Desnuda, casi desnuda; y los árboles cotillas a la ventana arrimaban, pícaros, su fronda pícara. Asentada en mi sillón, desnuda, juntó las manos. Y en el suelo, trepidaban, de gusto, sus pies, tan parvos. -Vi cómo, color de cera, un rayo con luz de fronda revolaba por su risa y su pecho -en la flor, mosca , -Besé sus finos tobillos. Y estalló en risa, tan suave, risa hermosa de cristal. desgranada en claros trinos... Bajo el camisón, sus pies -¡Basta, basta!» -se escondieron. -¡La risa, falso castigo del primer atrevimiento! Trémulos, pobres, sus ojos mis labios besaron, suaves: -Echó, cursi, su cabeza hacia atrás: «Mejor, si cabe...! Caballero, dos palabras...»» -Se tragó lo que faltaba con un beso que le hizo reírse... ¡qué a gusto estaba! -Desnuda, casi desnuda; y los árboles cotillas a la ventana asomaban, pícaros, su fronda pícara. Poeta francés (1854-1891). Junto con Baudelaire, de quien recibió notable influencia, es conocido por el mote de poeta maldito. __________________ Letr...