Ir al contenido principal

"La eternidad en Lourmarin", René Char








A Jean-Paul Samson

                                                                                                                                               


       No subsiste línea recta ni carretera iluminada hacia un ser que nos ha dejado.
¿Dónde se aturde nuestro afecto? Un anillo de árbol tras otro, si se acerca es para hundirse al punto. Su rostro a veces viene a apretarse contra el nuestro, sin producir otra cosa que un relámpago helado. El día que alargaba la dicha entre él y nosotros
no se halla en ningún sitio.
      
       Todas las partes -casi excesivas- de una presencia se han dislocado de golpe. Rutina de nuestra vigilancia... Sin embargo
ese ser suprimido persiste en algo rígido, desierto, esencial que en nosotros hay, donde nuestros milenios juntos alcanzan exactamente el espesor de un párpado cerrado.

       Hemos cesado de hablar con el que amamos, y sin embargo no reina el silencio. ¿Qué es de él, entonces? Sabemos, o creemos saber. Pero solamente cuando el pasado que significa se abre para darle paso. Aquí le tenemos a nuestra altura, más lejos,
por delante.
En el momento, de nuevo contenido, en que interrogamos a todo el peso del enigma, súbitamente comienza el dolor,
el de compañero a compañero, que esta vez el arquero no traspasa.





René Char (1907-1988), poeta francés.
__________________
Letras de acá y de allá. Blog de literatura

Comentarios

Entradas populares de este blog

"De la brevedad engañosa de la vida", Luis de Góngora

Menos solicitó veloz saeta destinada señal, que mordió aguda;  agonal carro por la arena muda  no coronó con más silencio meta,  que presurosa corre, que secreta a su fin nuestra edad. A quien lo duda,  fiera que sea de razón desnuda,  cada sol repetido es un cometa.  ¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras? Peligro corres, Licio, si porfías  en seguir sombras y abrazar engaños.  Mal te perdonarán a ti las horas; las horas, que limando están los días,  los días, que royendo están los años. _______________________________ Luis de Góngora y Argote (1561-1627), uno de los grandes sonetistas de la lengua española; a partir de su estilo rebuscado se creó el adjetivo gongorino. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"Tengo estos huesos hechos a las penas", Miguel Hernández

Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: pena que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. Como el mar de la playa a las arenas, voy en este naufragio de vaivenes, por una noche oscura de sartenes redondas, pobres, tristes y morenas. Nadie me salvará de este naufragio si no es tu amor, la tabla que procuro, si no es tu voz, el norte que pretendo. Eludiendo por eso el mal presagio de que ni en ti siquiera habré seguro, voy entre pena y pena sonriendo.                         _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"¡Ah de la vida!...", Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo “¡Ah de la vida!”… ¿Nadie me responde? ¡Aquí de los antaños que he vivido! La Fortuna mis tiempos ha mordido; las Horas mi locura las esconde. ¡Que sin poder saber cómo ni a dónde la salud y la edad se hayan huido! Falta la vida, asiste lo vivido, y no hay calamidad que no me ronde. Ayer se fue; mañana no ha llegado; hoy se está yendo sin parar un punto: soy un fue, y un será, y un es cansado. En el hoy y mañana y ayer, junto pañales y mortaja, y he quedado presentes sucesiones de difunto. ___________________________________________________ Poesía española de los Siglos de Oro. Fanccisco de Quevedo. Soneto.