Ir al contenido principal

"Noche a las once", Manuel Altolaguirre


Una fotografía del poeta Manuel Altolaguirre




Éstas son las rodillas de la noche.
Aún no sabemos de sus ojos.
La frente, el alba, el pelo rubio,
vendrán más tarde.
Su cuerpo recorrido lentamente
por las vidas sin sueño
en las naranjas de la tarde,
hunde los vagos pies,
mientras las manos
amanecen tempranas en el aire.
En el pecho la luna.
Con el sol en la mente.
Altiva. Negra. Sola.
Mujer o noche. Alta.





Leer reseña biográfica y más poemas de Manuel Altolaguirre.



Poeta español (Málaga 1905 - Burgos 1959)
___________________________________

Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"De la brevedad engañosa de la vida", Luis de Góngora

Menos solicitó veloz saeta destinada señal, que mordió aguda;  agonal carro por la arena muda  no coronó con más silencio meta,  que presurosa corre, que secreta a su fin nuestra edad. A quien lo duda,  fiera que sea de razón desnuda,  cada sol repetido es un cometa.  ¿Confiésalo Cartago y tú lo ignoras? Peligro corres, Licio, si porfías  en seguir sombras y abrazar engaños.  Mal te perdonarán a ti las horas; las horas, que limando están los días,  los días, que royendo están los años. _______________________________ Luis de Góngora y Argote (1561-1627), uno de los grandes sonetistas de la lengua española; a partir de su estilo rebuscado se creó el adjetivo gongorino. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

Defensa del árbol, Nicanor Parra

DEFENSA DEL ÁRBOL Nicanor Parra Por qué te entregas a esa piedra niño de ojos almendrados con el impuro pensamiento de derramarla contra el árbol. Quien no hace nunca daño a nadie no se merece tan mal trato. Ya sea sauce pensativo ya melancólico naranjo debe ser siempre por el hombre bien distinguido y respetado: niño perverso que lo hiera hiere a su padre y a su hermano. Yo no comprendo, francamente, cómo es posible que un muchacho tenga este gesto tan indigno siendo tan rubio y delicado. Seguramente que tu madre no sabe el cuervo que ha criado, te cree un hombre verdadero, yo pienso todo lo contrario: creo que no hay en todo Chile niño tan mal intencionado. ¡Por qué te entregas a esa piedra como a un puñal envenenado, tú que comprendes claramente la gran persona que es el árbol! Él da la fruta deleitosa más que la leche, más que el nardo; leña de oro en el invierno, sombra de plata en el verano y, lo que es más que todo junto, crea los vientos y los pájaros. Piénsalo bien y reconoce ...

"Cosas, Celalba mía, he visto extrañas", Luis de Góngora

Cosas, Celalba mía, he visto extrañas: cascarse nubes, desbocarse vientos, altas torres besar sus fundamentos, y vomitar la tierra sus entrañas; duras puentes romper, cual tiernas cañas, arroyos prodigiosos, ríos violentos, mal vadeados de los pensamientos, y enfrenados peor de las montañas; los días de Noé, gentes subidas en los más altos pinos levantados, en las robustas hayas más crecidas. Pastores, perros, chozas y ganados sobre las aguas vi, sin forma y vidas, y nada temí más que mis cuidados. _______________________________ Luis de Góngora y Argote (1561-1627), uno de los grandes sonetistas de la lengua española; a partir de su estilo rebuscado se creó el adjetivo gongorino. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.